El próximo jueves 23 de noviembre, los Dallas Cowboys se enfrentarán a los Washington Commanders en uno de los clásicos más esperados de la NFL. Los dirigidos por Mike McCarthy marchan con éxito hacia la postemporada, mientras que la escuadra de Ron Rivera lucha por salir de una racha negativa. Como parte de la tradición, los Vaqueros jugarán en Thanksgiving, una práctica que se remonta a la década de 1960.
La tradición de partidos en Thanksgiving comenzó con los Detroit Lions, quienes han disputado encuentros en casa desde 1934, salvo durante el período de 1939 a 1944 debido a la Segunda Guerra Mundial. Siguiendo el éxito de esta iniciativa, la NFL buscó expandir los juegos en Thanksgiving en la década de 1960, y los Dallas Cowboys, un equipo joven pero prometedor en ese entonces, se ofrecieron como anfitriones para un segundo juego de Thanksgiving, condicionado a que siempre fueran locales.
A lo largo de los años, algunos rivales expresaron descontento por tener que viajar a Dallas a mitad de semana, pero esta tradición se ha arraigado como una de las más importantes en la liga. En 2006, la NFL agregó un tercer juego a la celebración, programado para la noche.
Los Dallas Cowboys buscan romper una sequía importante, ya que no han llegado al Campeonato de la Conferencia Nacional desde su victoria en 1995 contra los Green Bay Packers. En esa temporada, posteriormente ganaron su quinto Super Bowl frente a Pittsburgh. La ‘estrella solitaria’ espera cambiar su fortuna esta temporada y avanzar en lo que es esencialmente una semifinal hacia el tan anhelado Campeonato.