Los trabajos de restauración de la escultura “La Victoria Alada”, uno de los elementos más emblemáticos del patrimonio histórico del Estado, ubicada en la fachada del Palacio de Gobierno, concluyeron.
Con más de tres metros de altura, la escultura está elaborada con láminas de cobre unidas mediante remaches y soldadura de estaño.
Fue manufacturada a principios del siglo XX por la Casa Mullins de Estados Unidos —la misma que produjo las esculturas del Arco de la Independencia— y colocada en esa misma época como parte del conjunto arquitectónico original del inmueble.
Tras más de un siglo de exposición a la intemperie, la obra presentaba deterioros, entre ellos acumulación de suciedad superficial, fisuras en el metal, desprendimientos en las uniones debido a la pérdida de remaches, zonas con pérdida del recubrimiento original, presencia de corrosión en áreas puntuales, así como parches de pasta y restos de pintura correspondientes a una intervención anterior.
Ante este diagnóstico, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Cultura y del Fideicomiso de Patrimonio Cultural (Fidecultural), implementó un proyecto integral de restauración bajo criterios técnicos de conservación patrimonial.
Los trabajos estuvieron a cargo de la empresa especializada IG Restauración, bajo la coordinación de la restauradora de bienes muebles Ingrid Jiménez Cosme, junto con un equipo de cuatro especialistas en restauración.
La intervención se desarrolló a partir de estudios técnicos previos y metodologías compatibles con los materiales originales de la obra.
Las labores incluyeron la limpieza especializada de las superficies metálicas; la consolidación estructural mediante la revisión y el reforzamiento de uniones; la integración de nuevos elementos de sujeción elaborados con materiales compatibles; así como la consolidación del sistema de anclaje de la escultura.
Posteriormente, se realizaron procesos de reintegración cromática y tratamiento de pátina, seguidos de la aplicación de un recubrimiento protector que la resguarda frente a la lluvia, el viento, la radiación solar y los cambios de temperatura.
Cada etapa fue precedida por análisis técnicos y ejecutada con materiales especializados, cuidadosamente seleccionados por su durabilidad, resistencia y compatibilidad, respetando en todo momento el valor histórico, estético y simbólico de la obra.
“Con la conclusión de estos trabajos, ‘La Victoria Alada’ recupera su estabilidad estructural, su unidad visual y su presencia como uno de los principales referentes patrimoniales de Nuevo León”, declaró Melissa Segura Guerrero, Secretaria de Cultura.






