En México, se ha iniciado la cosecha de la flor de cempasúchil, apreciada por su distintivo color y aroma, que se utiliza en los altares del Día de Muertos para guiar a las almas de los difuntos. En el municipio de Atlixco, Puebla, trabajadores del campo se reúnen desde temprano para recolectar estas flores y ofrecerlas a quienes preparan altares en honor a sus seres queridos fallecidos en la festividad que se celebra el 1 y 2 de noviembre.
Esta flor endémica de México se distingue por su alrededor de 20 pétalos en colores amarillo, oro o naranja, así como por su aroma característico, que solo se experimenta en los meses de octubre y noviembre. Su período de vida es de hasta cuatro meses.
A pesar de la disminución de la mano de obra debido a la migración a Estados Unidos y las adversas condiciones climáticas, la producción de cempasúchil ha sido buena este año en la región. Los productores se enfrentaron a la lluvia provocada por el huracán Otis, que afectó algunas flores.
El costo de la flor de cempasúchil ha variado, comenzando a venderse en 70 pesos y alcanzando los 150 pesos por montones grandes. A pesar de la escasez de mano de obra, la entrega de pedidos y su comercialización no se han visto afectadas, ya que los trabajadores han aumentado sus horas de trabajo en el campo.
En esta región, alrededor de 100 familias se dedican a la producción de esta flor y se espera que generen alrededor de 75 millones de pesos por la venta de este producto durante la temporada del Día de Muertos, según las autoridades estatales y locales.