En todo el mundo el estrés hídrico está provocando estragos, muchos países están estableciendo restricciones en el consumo del agua debido a la escasez del mismo.
Países de Europa, América, África, se encuentran con temperaturas altas, provocando efectos en sus reservas de agua, así como en la actividad económica y social, entre otras.
Aunado al incremento del calor, los incendios forestales se hacen presentes, avanzando mientras la lluvia carece para poder sofocarlos.
España ya ha enfrentado tres olas de calor y mermado el 40% de su volumen de agua total. Además, ha impuesto restricciones como el cierre de duchas en playas, cortes de suministro de agua nocturna o la prohibición del riego de jardines y huertos, así como el lavado de coches.
En Italia, se acaba de aprobar el estado de emergencia en cinco regiones de la ribera del Po. En este país se implementaron medidas como el racionamiento de agua para riego de campos, está prohibido llenar albercas y regar jardines.
Mientras tanto en el Reino Unido, la falta de lluvias se sumó a las olas de calor con récord de temperaturas; en Inglaterra por primera vez el termómetro alcanzó los 40 ºC.
Estados Unidos no se queda atrás, ya que California ha sido uno de los estados más afectados; además, varios territorios del sur han establecido límites al consumo de agua este verano.
También se suman los incendios y que el centro y el noreste de Estados Unidos son las regiones más afectadas por las temperaturas extremas.
En julio se declaró emergencia por sequía en Nuevo León debido a la falta de agua para los ciudadanos.
Las represas se encuentran en niveles mínimos, una situación que se repite en zonas del estado de Baja California, donde se presentaron protestas hace semanas en localidades como Ensenada por falta de suministro.