La llegada de Wayne Rooney al Birmingham City no ha tenido el impacto positivo esperado, ya que el equipo ha experimentado una notable caída en su rendimiento desde su incorporación. Inicialmente posicionado en el quinto lugar en el Championship, el club ahora se encuentra en la décimo novena posición, enfrentando la amenaza real de descenso.
La controversia surgió con el despido de John Eustace a principios de octubre, quien había llevado al equipo a puestos de playoff de ascenso y logrado la mayor cantidad de puntos desde 2016 en la temporada anterior. Rooney, con experiencia en la competición proveniente del Derby County, asumió el cargo con el objetivo de mantener la trayectoria ascendente de Eustace, pero su desempeño ha dejado mucho que desear en los dos meses y medio al mando.
Desde su primer partido, que resultó en una derrota ante el Middlesbrough, el Birmingham City ha perdido ocho de los 13 partidos bajo la dirección de Rooney, empatando tres y ganando solo dos. Estas victorias fueron contra el Sheffield Wednesday y el Cardiff City. En total, han acumulado nueve puntos de 39 posibles, en comparación con los 18 de 33 obtenidos con Eustace.
Además, el equipo ha promediado más de dos goles en contra por partido y solo ha mantenido su portería a cero en dos ocasiones durante el periodo de Rooney, marcando 15 goles y recibiendo 27.
En la actualidad, el Birmingham City se encuentra en la décimo novena posición con 27 puntos, siete por encima del Queen’s Park Rangers, equipo que marca la zona de descenso. Tras la reciente derrota contra el Stoke City, Rooney expresó su frustración y desconcierto respecto al rendimiento de sus jugadores, asumiendo la responsabilidad de la derrota y señalando la necesidad de mejorar aspectos básicos.
Con un contrato de tres años y medio, la incertidumbre recae en la capacidad de la directiva del Birmingham para sostener el liderazgo de la leyenda del Manchester United y la Selección Inglesa a largo plazo.