Arqueólogos han desenterrado la mitad superior de una monumental estatua del legendario faraón Ramsés II en el sur de Egipto, añadiendo un emocionante capítulo a la historia antigua del país. El hallazgo, realizado en el yacimiento de El Ashmunein, es el resultado de la colaboración entre el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto y la Universidad de Colorado, bajo la dirección de Bassem Gehad e Ivonna Trnka.
La estatua, que mide 3,5 metros de altura y está esculpida en piedra caliza, representa la cabeza, los hombros y parte del torso del venerado Ramsés II, también conocido como Ramsés el Grande. La figura está adornada con una doble corona y un regio tocado de cobra, símbolos de su poder y divinidad.
Este descubrimiento arqueológico complementa una sección inferior previamente desenterrada por el arqueólogo alemán Gunther Roeder en 1930. Actualmente, se están llevando a cabo trabajos de limpieza y preparación de las estatuas para una posible exhibición conjunta.
Ramsés II, uno de los más destacados gobernantes del antiguo Egipto, ascendió al trono alrededor del año 1279 a.C. y gobernó durante un impresionante período de 66 años, el más largo en la historia egipcia. Reconocido por su habilidad militar, lideró numerosas campañas exitosas que aseguraron la supremacía de Egipto en la región del Levante y Nubia.
Pero el legado de Ramsés II trasciende sus hazañas militares; fue un visionario constructor, encargando la edificación de majestuosas ciudades, templos y monumentos en todo Egipto, incluyendo los icónicos complejos de Karnak y Abu Simbel.
Las estatuas colosales de Ramsés II son un testimonio duradero de su reinado, dispersas por todo Egipto como monumentos a su grandeza. Falleció a la edad de aproximadamente 90 o 91 años y fue enterrado en el Valle de los Reyes. Su momia, descubierta más tarde en el Alijo Real, ahora se encuentra en exhibición en el Museo Nacional de la Civilización Egipcia en El Cairo.
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