Marte ha sido durante mucho tiempo el principal foco de atención en la búsqueda de vida extraterrestre, pero nuevos descubrimientos están cambiando esa perspectiva. Dentro de nuestro propio Sistema Solar, hay otros mundos que podrían albergar vida, como las lunas de Júpiter o Saturno, que tienen océanos subterráneos cubiertos por capas de roca y hielo. Ahora, un artículo publicado en la revista Nature revela que Mimas, una luna de Saturno aparentemente geológicamente inactiva, también alberga un mar subterráneo.
A diferencia de otras lunas, donde la presencia de océanos se sospecha debido a cambios visibles en su superficie, como las fallas en Europa, el océano de Mimas fue descubierto gracias a un análisis detallado de sus movimientos alrededor de Saturno. Aunque Mimas parece estar geológicamente muerta, los investigadores encontraron evidencia de un océano líquido bajo una capa de hielo de hasta 20 o 30 kilómetros de grosor. Este océano se formó recientemente, hace entre 25 y dos millones de años, un tiempo demasiado corto para causar cambios visibles en la superficie.
Este descubrimiento sugiere que los océanos subterráneos en el Sistema Solar podrían ser más comunes de lo que se pensaba. Además de las lunas de Júpiter o Saturno, otros cuerpos celestes como Vesta, varios satélites de Urano e incluso Plutón podrían tener grandes cantidades de agua bajo su superficie.
La presencia de agua líquida tan lejos del Sol plantea interrogantes sobre el origen del calor necesario para mantenerla. En algunos casos, la desintegración de elementos radiactivos puede proporcionar este calor, mientras que en otros, como Mimas, los efectos gravitatorios de Saturno y otras lunas pueden generar suficiente calor para derretir el hielo y formar un océano subterráneo.
A pesar de estos descubrimientos emocionantes, aún queda mucho por aprender sobre la posibilidad de vida en estos mundos acuáticos. Aunque las condiciones para la vida pueden existir, no está claro si la vida realmente se ha originado en estos océanos. Sin embargo, estudiar estos entornos podría proporcionar información invaluable sobre los procesos que podrían haber llevado al origen de la vida en la Tierra.
Aunque estos mundos acuáticos son difíciles de alcanzar con la tecnología actual, los científicos ya están considerando posibles misiones para explorarlos en el futuro. Por ahora, el océano recién descubierto en Mimas representa una nueva sorpresa que amplía nuestras expectativas sobre la posibilidad de vida en nuestro vecindario cósmico.