En el año 2020, la NASA envió el vehículo Perseverance Rover a Marte con el propósito de explorar el cráter Jezero en el planeta rojo. Desde su llegada a este lugar inhóspito, se han obtenido datos interesantes sobre la superficie y la apariencia del área. Sin embargo, los hallazgos más recientes podrían confirmar lo que muchos han sospechado durante años.
El equipo de investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Oslo publicó recientemente en el portal ‘Science Advances’ los resultados de su investigación titulada “Observaciones con radar de penetración terrestre del contacto entre el delta occidental y el suelo del cráter Jezero, Marte”, el 26 de enero.
Según el estudio, el Perseverance Rover exploró el borde occidental del cráter Jezero y descubrió capas de arena, arcilla, limo y otros materiales que se depositan en el fondo de un cuerpo de agua. Esto sugiere la existencia previa de un gran lago en el cráter, ya que sin la presencia de agua no habría rastros de estas partículas.
Las imágenes del radar y la investigación indican que los sedimentos son similares a los encontrados en lagos en la Tierra, ya que son planos y horizontales.
Este descubrimiento fue posible gracias al instrumento RIMFAX del Perseverance Rover, que analiza lo que se encuentra debajo de la superficie del planeta con ondas de radar.
Los expertos creen que las capas de sedimentos se acumularon en el fondo del lago y, al secarse, la erosión formó lo que ahora parece una pequeña montaña.
La investigación también sugiere que el agua fluía en la cuenca de Jerezo y que pudo haber existido en dos periodos distintos separados debido a la erosión en Marte.
Estos hallazgos destacan la posibilidad de que Marte haya sido altamente habitable en el pasado, según los expertos a cargo de la investigación. Los depósitos del delta en el cráter Jezero contienen registros sedimentarios de condiciones potencialmente habitables en Marte.