Científicos chinos han realizado un hallazgo destacado en el norte de China, donde han descubierto fósiles multicelulares con una antigüedad aproximada de 1.635 millones de años. Estos microfósiles, excepcionalmente bien conservados, representan, según los expertos, el registro más antiguo conocido de eucariotas pluricelulares.
El equipo de investigación, liderado por científicos del Instituto de Geología y Paleontología de Nanjing de la Academia China de Ciencias, ha publicado sus hallazgos en la revista Science Advances. Este descubrimiento redefine la cronología de la aparición de la multicelularidad en los eucariotas, retrocediéndola unos 70 millones de años, afirman los autores.
La multicelularidad es un aspecto crucial en el desarrollo de la complejidad orgánica y el tamaño de los eucariotas, marcando una transición significativa en la historia de la vida en la Tierra. Sin embargo, la fecha exacta en que los eucariotas adquirieron esta característica ha sido objeto de debate entre los científicos.
Los fósiles multicelulares, denominados “Qingshania magnifica”, provienen de la Formación Chuanlinggou del Paleoproterozoico tardío y muestran filamentos uniseriados compuestos por células cilíndricas o en forma de barril. Estos fósiles sugieren la existencia de una única especie biológica y presentan características similares a las esporas asexuales encontradas en muchas algas eucariotas, lo que indica un probable método de reproducción por esporas.
Aunque se cree que Qingshania fue un alga fotosintética, su afinidad exacta aún no está clara. Sin embargo, este descubrimiento sugiere que los eucariotas adquirieron la pluricelularidad tempranamente en su historia evolutiva, poco después de formas unicelulares descubiertas en sedimentos de finales del Paleoproterozoico.
Este hallazgo sigue a un descubrimiento previo de fósiles eucariotas en el área de Yanshan en el norte de China, y proporciona una nueva comprensión sobre la evolución temprana de la vida multicelular en la Tierra.