Cada 26 de septiembre, en nuestro país, marcamos un hito importante: el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes. Esta conmemoración, que tuvo sus inicios en México en 2006, tiene como objetivo primordial crear una conciencia sólida en la sociedad sobre un tema que incide de manera significativa en la salud y el progreso social y económico de nuestra población.
Es crucial recordar que este día fue oficialmente instituido en la Cámara de Diputados el 8 de diciembre de 2011, como un compromiso inequívoco con el bienestar de nuestras adolescentes y el desarrollo armónico de nuestro país.
El embarazo en adolescentes se nos presenta hoy como una problemática de naturaleza compleja, con causas múltiples que profundizan las desigualdades sociales y de género. Este fenómeno no solo afecta el proyecto de vida de la adolescente embarazada, sino que también tiene un impacto negativo de gran envergadura en su salud y desarrollo psicosocial.
Por tanto, la prevención de este acontecimiento y la erradicación del embarazo en la adolescencia son metas estratégicas del Gobierno de la República. Estas metas requieren acciones integrales, servicios profesionales de alta calidad, cobertura total y una perspectiva de género sólida. Es nuestra responsabilidad como sociedad abrazar este desafío y trabajar incansablemente para un futuro más saludable y prometedor.