John Riccitiello, el CEO que durante casi una década capitaneó Unity, la prestigiosa empresa de desarrollo de software para videojuegos, ha presentado su renuncia en medio de aguas agitadas. Este movimiento se desencadenó a raíz de intensos debates que surgieron tras su propuesta de implementar un nuevo modelo de tarifas en la plataforma, desatando críticas ferozmente debatidas tanto entre los desarrolladores como en la comunidad de jugadores.
Según el comunicado oficial, Riccitiello continuará asesorando a Unity para garantizar una transición sin tropiezos. En este cambio de mando, James Whitehurst tomará las riendas como director ejecutivo, presidente y miembro de la junta de manera interina.
“Ha sido un honor liderar a Unity durante casi una década y servir a nuestros empleados, clientes, desarrolladores y colaboradores, todos fundamentales para el crecimiento de la empresa”, expresó Riccitiello en su comunicado. “Espero apoyar a Unity en esta transición y contribuir al futuro éxito de la compañía”.
LA CONTROVERSIA QUE PUSO FIN AL MANDATO DE RICCITIELLO EN UNITY
La decisión de Riccitiello de abandonar la dirección de Unity no fue una elección casual, sino una respuesta directa a su anuncio de implementar, a partir del 1 de enero de 2024, un esquema de tarifas basado en el “pago por descarga”. Esto implicaba el cobro de una tarifa fija a los desarrolladores que emplearan la plataforma Unity cada vez que se instalara un juego en cualquier tipo de dispositivo, una vez que este hubiera alcanzado un “umbral de éxito” determinado por la compañía.
Dependiendo del plan contratado y del éxito del juego, los desarrolladores tendrían que pagar entre 0.1 y 0.20 dólares por descarga. Esto afectaría especialmente a los usuarios de Unity Personal, un modelo diseñado específicamente para individuos, aficionados y pequeñas empresas.
Este anuncio generó tal controversia que algunos creadores amenazaron con abandonar la plataforma, alegando que actores malintencionados podrían unirse para protestar contra los desarrolladores marginados descargando y volviendo a descargar repetidamente sus juegos, lo que aumentaría sus costos de manera significativa.
En respuesta, Unity modificó sus políticas de precios, ofreciendo a los desarrolladores un 2.5% fijo de los ingresos de un videojuego como alternativa al modelo basado en descargas constantes. Sin embargo, esta medida no logró calmar las preocupaciones en torno a la dirección de la empresa.
EL TURBULENTO LEGADO DE RICCITIELLO
John Riccitiello lideró Unity durante nueve años, un período en el que la empresa nunca logró generar beneficios y, de hecho, acumuló pérdidas de cientos de millones de dólares anuales.
“Desde nuestros inicios, hemos experimentado pérdidas operativas, como se refleja en nuestro déficit acumulado de 2,700 millones de dólares al 30 de junio de 2023”, informó la compañía en su informe financiero más reciente.
Durante su mandato, Riccitiello llevó a Unity a salir a bolsa en 2020, momento en el que la empresa fue valorada en 17,000 millones de dólares. Sin embargo, su acción se depreció en cuestión de años y, en la actualidad, tiene una capitalización de mercado apenas superior a los 11,000 millones de dólares.
En julio de 2022, el ejecutivo protagonizó una de las declaraciones más controvertidas de su carrera al afirmar que aquellos desarrolladores que no crearan videojuegos con la única intención de obtener ganancias eran “inexpertos”. No obstante, sus polémicas no se limitaron a Unity, ya que antes de unirse a esta empresa, Riccitiello fue CEO de Electronic Arts, donde fue uno de los precursores de las “loot boxes”, compras en las que los jugadores no saben lo que contienen hasta que las adquieren. Estas adquisiciones ofrecían ventajas a quienes invertían en la plataforma, generando críticas entre los accionistas del estudio.