Julián Quiñones, el destacado delantero de las Águilas del América, ha dado un paso trascendental en su carrera futbolística. A pesar de aún no haber recibido su carta de naturalización mexicana, este lunes experimentó su primera sesión de entrenamiento con la selección mexicana de fútbol. Este emocionante acontecimiento marca el inicio de una nueva etapa en el fútbol mexicano y sudamericano.
Quiñones, nacido en Magüí Payán hace 26 años, se unió a la concentración del equipo de México bajo la dirección del estratega Jaime Lozano. Este equipo se prepara para dos desafíos cruciales en septiembre: enfrentarán a Australia el 9 y a Uzbekistán el 12, ambos enfrentamientos se llevarán a cabo en los Estados Unidos.
A pesar de no poder participar en los partidos debido a la espera de su carta de naturalización, Quiñones no ha perdido tiempo. Junto con sus compañeros, ha llevado a cabo intensos entrenamientos tanto en el gimnasio como en la cancha del Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Fútbol, ubicado al sur de la Ciudad de México.
Este encuentro entre Quiñones y la selección mexicana representa un paso importante en el proceso de integración que busca instaurar Lozano. El objetivo es que el colombiano se adapte a la dinámica de juego que ha llevado al equipo a lograr la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Kevin Álvarez, lateral del América, elogió el fichaje de Quiñones y lo describió como “un elemento muy importante que viene a sumar mucho” a la selección mexicana.
Según informes de la prensa local, se espera que Quiñones haga su debut en los partidos amistosos de octubre, enfrentando a Ghana el día 14 y a Alemania el 15, ambos compromisos se disputarán en los Estados Unidos. La anticipación y las expectativas rodean a este talentoso delantero, quien promete dejar una huella imborrable en el fútbol internacional.