El método financiero conocido como “compra ahora y paga después” (BNPL) ha llegado a un nuevo territorio: la compra de alimentos cotidianos en EE. UU. Lo que inicialmente se concentraba en bienes duraderos o tecnología, ahora permite a consumidores adquirir víveres y abonar después en plazos, como una estrategia para contrarrestar la inflación persistente.
Según el análisis publicado, este sistema ofrece “un alivio temporal” frente al alza en los precios, pero también genera un “riesgo para la estabilidad financiera a largo plazo”. El uso de BNPL para productos de primera necesidad plantea una paradoja: mientras se supone que ayuda, puede arrastrar a una espiral de endeudamiento silencioso. Expertos señalan que los plazos suelen ser cortos, los intereses ocultos mayores y las consecuencias de un impago pueden impactar en el historial crediticio.
El informe destaca que la situación financiera de muchos hogares estadounidenses sigue siendo precaria: “uno de cada cuatro hogares vive de cheque en cheque”. En ese contexto, la incorporación del sistema BNPL al ámbito alimentario amplifica la vulnerabilidad económica de miles de familias. Se recomienda a los usuarios leer con atención los términos y no usar BNPL como medida habitual para cubrir la canasta básica.
#CompraAhoraPagaDespues #BNPL #Endeudamiento #Alimentos #FinanzasPersonales







