En un esfuerzo sin precedentes, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha perforado incansablemente hasta lo más profundo del suelo en el Estado de México, buscando soluciones vitales para combatir la alarmante sequía que azota México. A medida que cerramos el año 2023, los embalses del país se encuentran apenas al 53% de su capacidad, y las presas del Sistema Cutzamala, responsables de abastecer de agua a la Ciudad de México y parte del Estado de México, se hallan en un crítico 40%, víctimas de la falta de lluvias en vastas regiones nacionales.
Ante esta emergencia hídrica, se ha tomado la drástica medida de reducir el flujo de agua potable en el Valle de México, mientras las autoridades buscan desesperadamente alternativas para satisfacer la creciente demanda en la zona metropolitana.
El Sistema Cutzamala, acosado por la agravación de la sequía, ve su esperanza en una inversión monumental del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX): 900 millones de pesos destinados a la rehabilitación de antiquísimos pozos en el corazón del país. Esta inversión monumental tiene como objetivo primordial asegurar un suministro equitativo y constante de agua a la población capitalina.
En medio de rumores inquietantes que sugieren que el Sistema Cutzamala solo puede garantizar el suministro de agua hasta agosto de 2024, la información aún no ha sido confirmada por las autoridades oficiales. No obstante, la esperanza se centra en la llegada de la temporada de lluvias en mayo de este año, que se espera contribuya a mejorar los niveles de almacenamiento en las presas El Bosque (Michoacán), Valle de Bravo y Villa Victoria (ambas en el Estado de México).
En una jugada estratégica, la Conagua ha tomado medidas enérgicas en el Estado de México, perforando un pozo profundo y concluyendo tres obras para fortalecer los sistemas de distribución en 14 municipios. Con una inversión de 65.6 millones de pesos, en colaboración con el gobierno estatal, se busca mitigar los estragos de la sequía en la región.
La Subdirección General Técnica de Conagua destaca que hasta el 19 de diciembre de 2024, el nivel de las 210 principales presas de México, con capacidad para almacenar el 92% del agua de los embalses del país, se mantiene en un preocupante 53%.
En la Ciudad de México, la administración actual ha destinado un total de 960.43 millones de pesos para combatir cualquier reducción o ajuste en el suministro de agua procedente de los Sistemas Cutzamala y Lerma, los cuales abastecen gran parte del líquido distribuido en la capital. Desde 2019 hasta 2022, se ha trabajado arduamente en los pozos del Sistema Lerma para conservar y equilibrar el suministro de agua.
En el año 2023, se destinaron 509 millones de pesos a la rehabilitación de 58 pozos operados por el SACMEX, así como al reacondicionamiento de dos plantas potabilizadoras y la construcción de una planta de bombeo en el Sistema Lerma. Para el próximo año, se proyecta una inversión de 319 millones de pesos para la reposición de 11 pozos operados por el Organismo, así como la rehabilitación de 41 pozos y dos plantas potabilizadoras, con el objetivo firme de garantizar el abasto de agua a la población capitalina.
En una iniciativa integral, la Conagua también atiende la problemática de abastecimiento de agua potable en la zona oriente del Valle de México y la zona de influencia del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, invirtiendo en infraestructura para mejorar el servicio en estas áreas cruciales.
Con seis mil 321 presas en México bajo la responsabilidad de la CONAGUA, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), usuarios particulares, así como autoridades estatales y municipales, la tarea monumental de garantizar el agua para distritos y unidades de riego se vuelve más apremiante que nunca en medio de esta desafiante sequía.