Con un alarmante quinto de los manglares del mundo ya extinguido, se ciernen sombras sobre el destino de tres cuartas partes de los que aún resisten, según expertos especializados de las Naciones Unidas.
A menudo tildados como “zonas sucias” o “muertas”, los manglares son terrenos que algunos consideran aptos para la eliminación en pos de la construcción de playas arenosas y otros proyectos urbanos. Sin embargo, estos bosques ribereños albergan los únicos árboles que florecen en aguas salinas, mejorando la calidad del agua al filtrar nutrientes y sedimentos. Representan un oasis vital para diversas especies vegetales y animales, al tiempo que proporcionan innumerables beneficios, incluso para las poblaciones humanas.
A pesar de su valor incalculable, estos ecosistemas se desvanecen rápidamente, con el desarrollo urbanístico costero como el principal perpetrador. La tala de manglares para edificios y piscifactorías, destinadas a la reproducción de especies marinas de alto valor comercial, es la principal causa de esta pérdida.
Los eruditos estiman que los manglares están desapareciendo a una velocidad de tres a cinco veces mayor que la de la pérdida general de los bosques mundiales. A nivel global, ya hemos perdido una quinta parte de los manglares, y se calcula que más de tres cuartas partes de los existentes enfrentan amenazas existenciales. Con ellos, tambalean los organismos terrestres y acuáticos que dependen de estos valiosos ecosistemas.
Un Escudo Esencial contra el Cambio Climático
En la crucial batalla contra el cambio climático, la urgente tarea de reducir las emisiones contaminantes y capturar el carbono de la atmósfera encuentra un aliado invaluable en los manglares. Estos ecosistemas ribereños extraen hasta cinco veces más carbono que sus contrapartes terrestres, al incorporar carbono en sus hojas, ramas, raíces y sedimentos. Esto no solo eleva el nivel del suelo, sino que también detiene la crecida del mar. Bajo condiciones adecuadas, los manglares pueden retener este carbono durante décadas, siglos e incluso milenios.
Defensores contra las Catástrofes Climáticas
Los manglares no solo contribuyen a evitar un empeoramiento del cambio climático, sino que también ejercen un papel fundamental en mitigar sus efectos. En un contexto de aumento de las temperaturas globales, los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas e inundaciones, están en ascenso. Frente a tales amenazas, los troncos de los manglares absorben el embate de las olas, erigiéndose como una defensa efectiva. Además, su capacidad para reducir la altura de las olas en un rango del 5 % al 35 % los convierte en formidables protectores contra los tsunamis. La restauración y protección de los manglares se torna, así, vital para mejorar la resiliencia de las comunidades costeras y las economías nacionales.
Refugio de Especies en Peligro
De las más de 1500 especies que dependen de los manglares para su supervivencia, el 15 % se encuentra en peligro de extinción. Esta preocupante cifra aumenta al observar a los mamíferos, entre los cuales casi la mitad que habita o se alimenta en los manglares enfrenta un futuro incierto. Rescatar y restaurar los manglares se convierte en una tarea que abraza la preservación de hábitats críticos para especies vulnerables.
Nexo Vital con la Alimentación Humana
Al actuar como santuarios de biodiversidad, los manglares fomentan la proliferación y supervivencia de una diversidad de plantas y animales, muchos de ellos esenciales para la producción de alimentos, como el pescado. Para 1500 millones de personas, el pescado representa la principal fuente de proteínas y, en naciones de ingresos bajos y carencias alimentarias, cerca del 20 % de las proteínas animales proviene del pescado. La desaparición de los manglares tendría efectos dramáticos en la pesca de las naciones en desarrollo. En contrapartida, su restauración promete un aporte sustancial de peces e invertebrados jóvenes, de alto valor comercial y aptos para el consumo.
Renacimiento Posible y el Rol de los Pueblos Indígenas
La resurrección de ecosistemas perdidos es una empresa titánica, aunque no inalcanzable. La restauración y protección de manglares degradados puede lograrse efectivamente al reconocer y aplicar los derechos y las acciones colectivas de los pueblos indígenas, como contempla el Marco Mundial de Kunming y Montreal sobre la Diversidad Biológica. Esto es crucial, ya que, según los expertos, “a nivel global, los pueblos indígenas custodian el 80 % de la biodiversidad del planeta, con 5000 culturas tradicionales únicas y tierras ancestrales que abarcan el 32 % de todas las tierras y aguas continentales de 90 países”.
Historias de Éxito en la Restauración de los Manglares
La restauración de manglares ha demostrado ser exitosa en diversas partes del mundo, adaptándose a las condiciones locales. Comprender y abordar las causas subyacentes de su pérdida se erige como el primer paso hacia la revitalización de este ecosistema terrestre vital. Para el bienestar global, la restauración de los manglares debe ser un objetivo ineludible, pues su supervivencia incide directamente en el bienestar de la humanidad en su conjunto.