En un giro impactante, la fiscalía surcoreana ha solicitado una sentencia de cinco años de cárcel para Lee Jae-yong, presidente ejecutivo de Samsung Electronics y nieto del fundador, en medio de acusaciones de manipulación bursátil y fraude contable durante la multimillonaria fusión de dos gigantes empresariales en 2015.
La investigación revela que Lee infló artificialmente el valor de la empresa textil Cheil Industries, de la cual era el principal accionista, mientras devaluaba estratégicamente el negocio de construcción e ingeniería Samsung C&T. Este presunto acto de manipulación de acciones provocó pérdidas significativas para los accionistas de Samsung C&T, incluido el fondo activista Elliot Management, según la fiscalía.
El presidente de Samsung también enfrenta acusaciones relacionadas con un supuesto fraude contable de 3.900 millones de dólares en Samsung Bioepis, una empresa biofarmacéutica del grupo vinculada a Cheil Industries.
En una declaración contundente, los fiscales afirmaron que “los acusados socavaron los cimientos de los mercados de capitales del país para allanar la sucesión del líder”. El tribunal se prepara para dictar sentencia en los próximos meses, tras una investigación que se inició en 2020.
A pesar de las negaciones de Lee durante el juicio, donde afirmó que la fusión y el proceso contable eran parte de las actividades empresariales normales del grupo, la gravedad de las acusaciones vuelve a poner en tela de juicio la integridad del líder empresarial.
INDULTO Y CONTROVERSIA: ¿SE REPETIRÁ LA HISTORIA?
Lee Jae-yong, ya encarcelado previamente por sobornar a la expresidenta surcoreana Park Geun-hye para obtener la aprobación de la fusión, obtuvo la libertad condicional en 2021 después de cumplir 19 meses de su condena de 30 meses.
En un sorprendente giro de los acontecimientos, el gobierno lo indultó el año pasado, justificando la decisión por un “interés nacional”. El presidente Yoon Suk Yeol argumentó que Lee debía regresar para liderar Samsung y contribuir a “revitalizar la economía”. Este controvertido indulto permitió que Lee asumiera oficialmente el papel de presidente ejecutivo de Samsung Electronics, consolidando su liderazgo en el conglomerado.
Con un pasado en prisión y una nueva acusación que amenaza su posición, la historia de Lee Jae-yong se convierte en un capítulo más de intriga en la saga de uno de los mayores conglomerados empresariales de Corea del Sur.