El número de muertes por sobredosis de opiáceos batió un nuevo récord en 2021 hasta las 107.622, un 15% más que en 2020, de acuerdo a datos preliminares publicados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades Contagiosas de EEUU (CDC), en una curva ascendente desde la década de los 70 que solo dejó de crecer en 2018.
Parte de la culpa de esa tragedia silenciosa la tiene el fentanilo, un opioide sintético que comenzaron a producir las grandes farmacéuticas a finales de los 50 como un anestésico intravenoso y que hoy emerge en grandes cantidades de laboratorios clandestinos de todo el país. No hay gran ciudad en EEUU que no tenga uno o varios barrios sacudidos por los estragos de esa droga. Puede llegar a ser hasta 100 veces más potente que la heroína y es mucho más barata y fácil de conseguir.
Una parte significativa de las muertes por sobredosis tuvieron que ver con esa sustancia, en ocasiones mezclada con metanfetaminas o con heroína, en cantidades suficientemente altas como para ser irreversibles y al mismo tiempo indetectables para el consumidor. El hecho de ser un polvo blanco hace que sea fácil camuflarla o mezclarla con otras sustancias como heroína, cocaína o crystal meth, además de distribuirse en pastillas imitación de Xanax y otros fármacos.
En total, 71.000 personas perdieron la vida por los efectos de la droga sintética, un incremento del 22% con respecto a las 58.000 muertes de 2020. Las relacionadas con el crystal, de 25.000 a 33.000, un producto cada vez más barato y letal.
La combinación de ambas está creciendo a una velocidad inusitada, de acuerdo con los expertos. Es una epidemia de narcóticos entrelazados que está elevando aún más las cifras de una crisis sanitaria que ha llegado hasta la Casa Blanca. El presidente Joe Biden se ha referido en varias ocasiones al número disparado de casos y hace unas semanas presentó el primer plan nacional de control de drogas. La pandemia no ha hecho más que acelerar la urgencia: entre 2019 y 2021 la cantidad de fallecidos ha crecido casi un 50%.
“Esto es, sin duda, la continuación de una tendencia terrible”, indicó la doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. “Las tasas de muertes por sobredosis han estado en aumento durante décadas, aumentando a números sin precedentes justo antes del comienzo de la pandemia de covid en EEUU”.