El estudio canadiense Red Barrels, responsable de la famosa serie de terror Outlast, ha sido víctima de un ciberataque que resultó en el robo de 1.8 TB de datos, incluyendo el código fuente de las dos primeras entregas de Outlast y documentación interna de recursos humanos. Según informes, el grupo Nitrogen está detrás del ataque, exigiendo una cifra no revelada para evitar la filtración de los datos.
Red Barrels actuó rápidamente al implementar medidas de seguridad y colaborar con expertos en ciberseguridad para investigar el alcance del daño. Aunque el estudio aseguró que los jugadores no se ven afectados directamente, el impacto en sus próximos proyectos es inevitable. La compañía confirmó que su cronograma de producción ha sufrido alteraciones significativas, lo que conllevará varios retrasos en sus lanzamientos programados.
“Haremos todo lo posible para cumplir con nuestra hoja de ruta, pero algunos retrasos serán inevitables. Compartiremos más detalles tan pronto como podamos”, declaró el estudio.
Red Barrels está trabajando activamente para proteger la información de sus empleados, socios y la comunidad de jugadores mientras continúan las investigaciones para identificar a los responsables del ataque. No obstante, aún se desconoce el impacto real que este hackeo tendrá en sus próximos títulos.