El mundo de los videojuegos lamenta la pérdida de una de sus mentes más brillantes. Julian LeFay, ampliamente reconocido como el “padre de The Elder Scrolls”, falleció recientemente tras una batalla contra el cáncer, según informó OnceLost Games, estudio que cofundó en 2019 junto a Ted Peterson y Vijay Lakshman.
LeFay fue una figura clave en el desarrollo de The Elder Scrolls II: Daggerfall, título que sentó las bases del rol occidental moderno y cuyo legado aún resuena en la industria. En los últimos años, trabajaba en The Wayward Realms, un ambicioso proyecto considerado su sucesor espiritual. Su fallecimiento interrumpe el desarrollo activo del juego, pero su equipo ha prometido continuar la obra en su memoria.
En un emotivo video publicado por OnceLost Games, Ted Peterson expresó: “Su visión sigue siendo la base de todo lo que hacemos. No estaríamos aquí sin él”. Peterson recordó el impacto duradero de LeFay en la creación del universo de Tamriel y su incansable pasión por la innovación.
Julian LeFay deja una huella indeleble en la historia de los videojuegos, siendo inspiración para generaciones de desarrolladores.