La familia Ulma, que será beatificada el 10 de septiembre, representa un símbolo de la solidaridad de los polacos que arriesgaron sus vidas para salvar a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, según afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Stanisław Gądecki, en una entrevista con Radio Vaticano – Vatican News. La familia Ulma fue ejecutada por esconder a judíos, un trágico evento en el que dos padres y siete hijos perdieron la vida.
El arzobispo Gądecki subrayó que esta beatificación es sin precedentes en la historia de la Iglesia, ya que es la primera vez que se beatifica a una familia entera. Destacó que la beatificación de los Ulma resalta la solidaridad humana y el sacrificio por ayudar a otros, incluso arriesgando sus vidas.
La familia Ulma, consciente del peligro que corrían al esconder a judíos, tomó esta valiente decisión motivada por su amor cristiano y su fe católica arraigada en la tradición polaca. El gesto de los Ulma representa también su respeto por la vida desde la concepción hasta la muerte natural.
El arzobispo Gądecki señaló que cerca de 1.000 polacos fueron ejecutados por ayudar a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, y aunque hubo actitudes negativas, el heroísmo de aquellos que arriesgaron sus vidas para ayudar a otros no puede ser opacado. Esta beatificación fortalece los lazos católico-judíos y la relación entre los polacos y el pueblo judío.
El compromiso con el diálogo católico-judío, observado durante el pontificado de San Juan Pablo II, también es respaldado por esta beatificación, ya que el Papa tenía fuertes lazos con la comunidad judía y promovía la comprensión y la amistad entre ambas religiones.