El Super Bowl, uno de los eventos deportivos más importantes de Estados Unidos, se convierte cada año en una oportunidad crucial para cientos de familias en México, especialmente en Michoacán, donde el aguacate es el protagonista indiscutible.
Para estas familias, el Super Bowl representa más que un juego de fútbol americano; es la ocasión de máximo esfuerzo y trabajo dedicado a la cosecha y exportación de aguacates. Miles de toneladas de esta fruta son cuidadosamente preparadas durante semanas previas al gran día, con el objetivo de satisfacer la demanda de los más de 113 millones de espectadores que sintonizan el evento por televisión en Estados Unidos.
Héctor Avilés, gerente general de la empacadora Abokados, la principal en México, describe el Super Bowl como la “fiesta del aguacate”, destacando la importancia económica y social que este evento representa para las comunidades dedicadas al cultivo y comercialización de esta fruta en Michoacán.
En las semanas previas al Super Bowl, familias enteras en Michoacán se levantan temprano para recolectar y empacar aguacates, con el objetivo de enviarlos hacia Estados Unidos y garantizar que estén disponibles para ser disfrutados en las mesas de los aficionados durante el juego.
Esta actividad no solo proporciona ingresos vitales para estas familias, sino que también contribuye al sustento económico de comunidades enteras en Michoacán, ofreciendo una alternativa de empleo en una región afectada por diversos desafíos, incluido el dominio del crimen organizado. El cultivo y exportación de aguacates no solo es una fuente de trabajo, sino también un elemento crucial para mantener a las familias en el camino correcto.