Una vibrante imagen presenta el remanente de la supernova 30 Dor B, un fascinante paisaje celeste que alberga vestigios de al menos dos estrellas que detonaron. Este espectáculo cósmico se ubica en una región del espacio conocida como 30 Doradus B, en la Gran Nube de Magallanes, a 160,000 años luz de la Tierra. Este sector ha sido un crisol de formación estelar durante los últimos 8 a 10 millones de años, albergando nubes de gas oscuro, estrellas jóvenes y eventos energéticos como choques y gas sobrecalentado.
La nueva imagen de 30 Dor B se logró fusionando datos de rayos X del Observatorio Chandra de la NASA (en púrpura), datos ópticos del telescopio Blanco de 4 metros en Chile (en naranja y cian) y datos infrarrojos del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA (en rojo). Además, se incorporaron datos ópticos del Telescopio Espacial Hubble de la NASA en blanco y negro para resaltar detalles precisos.
Un equipo de astrónomos, encabezado por Wei-An Chen de la Universidad Nacional de Taiwán, utilizó más de dos millones de segundos de observación del Observatorio Chandra para analizar 30 Dor B. Descubrieron una capa tenue de rayos X que se extiende aproximadamente 130 años luz de diámetro. Los datos revelan la presencia de vientos de partículas generados por un púlsar, creando una nebulosa de viento de púlsar.
La investigación sugiere que 30 Dor B experimentó al menos dos explosiones de supernova, siendo la capa de rayos X el resultado de una supernova ocurrida hace más de 5,000 años. Este hallazgo, documentado en un artículo liderado por Wei-An Chen y publicado en el Astronomical Journal, proporciona valiosa información sobre la vida de las estrellas masivas y los impactos de sus explosiones en el cosmos.