En un giro impactante, General Motors ha confirmado su entrada definitiva en la Fórmula 1, anunciando la construcción de sus propios motores para el nuevo reglamento técnico de la categoría. Esta decisión estratégica, que posiciona a General Motors como el séptimo motorista en la nueva era de la Fórmula 1, no solo representa un desafío técnico, sino que coloca a Liberty Media en una posición incómoda.
EL PODER DE GENERAL MOTORS: FABRICARÁ MOTORES DE F1 A PARTIR DE 2028
El gigante americano dirigirá su enfoque hacia el equipo de Michael Andretti, que adoptará el prestigioso nombre de Cadillac. A pesar de contar con la aprobación de la FIA, la iniciativa de General Motors encuentra fuerte resistencia por parte de Liberty Media y otros equipos. Sin embargo, la postura de estos últimos comienza a parecer más bien lamentable.
Lo que se venía rumoreando durante meses ahora se materializa: General Motors emprenderá la fabricación de sus propios motores de Fórmula 1 a partir de la temporada 2028, dos años después de la implementación del nuevo reglamento técnico en 2026. Esta movida estratégica sitúa a General Motors al lado de nombres como Ferrari, Mercedes, Renault, Honda, Ford y Audi en la élite de los motoristas de la Fórmula 1.
La entrada de General Motors en este selecto grupo tiene un protagonista en las sombras: Michael Andretti. Sin embargo, esta asociación no ha sido bien recibida por Liberty Media, que desde hace años ha librado una batalla para socavar la llegada de Andretti a la categoría. La situación se torna aún más tensa, ya que General Motors no solo ha atraído a una marca de renombre como Cadillac, sino que ha logrado lo impensable: la fabricación de sus propios motores.
Esta estratégica movida coloca a Liberty Media en una encrucijada, obligándolos a aceptar la entrada de Andretti si quieren evitar un evidente desgaste de su imagen. Mientras hace menos de un año celebraba la participación de Ford en Red Bull, ahora enfrenta con cautela la llegada de un gigante como General Motors.
Queda por resolver el dilema de qué motores utilizará Cadillac en sus primeras temporadas, dado que el equipo de Andretti planea su ingreso en 2026, mientras que los propulsores de General Motors no estarán listos hasta 2028. Todo esto se desarrolla en un contexto local marcado por huelgas y despidos, dando un matiz adicional a la apuesta de General Motors por la Fórmula 1.
En definitiva, una noticia trascendental para los aficionados de la Fórmula 1 que, al mismo tiempo, pone en jaque a algunos líderes establecidos en el panorama de la categoría.