Durante el partido entre Santos y Tigres correspondiente a un amistoso de pretemporada, el delantero francés André-Pierre Gignac tuvo que salir del campo luego de recibir un balonazo en la nuca en una jugada del partido.
En la transmisión se pudo apreciar al delantero mareado y en la banca presentó vómito, según informó el equipo al final del juego fue trasladado a un hospital para ser sometido a un estudio y descartar cualquier tipo de consecuencia por el golpe.
El atacante de los Tigres, André-Pierre Gignac, pasó la noche en el hospital por un traumatismo craneoencefálico.
Tras los estudios, se pudo descartar una lesión seria en el goleador felino, no solo en el área del impacto, sino en las cervicales, zona donde el jugador ya había sufrido golpes en torneos anteriores.
Por la mañana de este miércoles 28 de diciembre, la cadena ESPN reportó que tras 12 horas en un hospital de Monterrey el delantero francés fue dado de alta después de unos estudios que determinaron un traumatismo craneoencefálico que no es de gravedad y que lo obligará a no tener actividad física durante 48 horas, según la información del mismo medio por lo que estaría listo para empezar el torneo.
Según el protocolo de la Liga MX para tratar este tipo de golpes, los jugadores deberían detener su actividad futbolística durante 10 días por lo que si se aplica en el jugador tampoco comprometería su participación en el inicio del Clausura 2023, cuyo primer partido será el 6 de enero. Hasta el momento, Tigres no ha dado información oficial sobre el estado de salud de Gignac, ni los protocolos que seguirá para su cuidado.
Después del juego contra Santos, Diego Cocca, entrenador de los Tigres, habló brevemente sobre el estado en el que se encontraba su jugador al salir del terreno de juego. “Se fue a hacer estudios por precaución, fue un balonazo, nos preocupó a todos, quería vomitar, el doctor tiene una expectativa de que no sea nada, que sólo sea un susto”, dijo el estratega antes de que se diera a conocer la información de esta mañana.