Tras apenas cinco votaciones, el humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina para anunciar al mundo la elección de un nuevo Papa.
Este jueves 8 de mayo a las 19:00 horas locales, las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron con júbilo, confirmando que los 133 cardenales reunidos en cónclave alcanzaron el consenso necesario para nombrar al sucesor de Francisco.
La elección requirió una mayoría de dos tercios, es decir, al menos 89 votos, que fueron alcanzados en la tercera fumata de la jornada.
La identidad del nuevo Pontífice será revelada en breve desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, donde el cardenal protodiácono pronunciará la tradicional fórmula en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!” (“¡Os anuncio una gran alegría: tenemos Papa!”).
La elección de este nuevo líder espiritual ocurre en un momento crucial para la Iglesia Católica, que enfrenta desafíos significativos, incluyendo la continuación de las reformas iniciadas por Francisco, la gestión de tensiones internas entre sectores conservadores y progresistas, y la necesidad de abordar cuestiones sociales y morales contemporáneas.
Miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro celebran con entusiasmo la llegada del nuevo Papa, mientras el mundo espera con expectación conocer al elegido que guiará a la Iglesia en esta nueva etapa.