Hideo Kojima, reconocido creador de videojuegos, intentó una estrategia poco convencional para promocionar Death Stranding 2 en Tokio. El desarrollador recorrió tres barrios —Akihabara, Ikebukuro y Shinagawa— repartiendo paquetes de pañuelos con el logo del juego, buscando generar expectativa entre los transeúntes. Sin embargo, la iniciativa no tuvo el impacto esperado: pocos se acercaron a recoger los paquetes.
Sorprendido por la falta de interés, Kojima recurrió a Twitter/X para compartir la campaña y avisar a sus seguidores sobre la dinámica. La respuesta en redes fue inmediata; en cuestión de minutos, los pañuelos se agotaron, evidenciando el poder de la comunicación digital y la influencia de las plataformas sociales para amplificar cualquier acción promocional.
El experimento demuestra que, aunque las estrategias de marketing físicas pueden ser limitadas, la combinación con redes sociales puede generar un alcance masivo e inesperado. Además, resalta la creatividad de Kojima para conectar con su audiencia, manteniendo siempre un estilo único y cercano.
Aunque el primer intento en la calle falló, el mensaje llegó de manera contundente gracias a la viralidad en línea, recordando que, en la era digital, la interacción con los fans trasciende los métodos tradicionales.