James Williamson, de 44 años y residente de Atmore, Alabama, enfrenta cargos por crueldad animal agravada tras presuntamente meter a su chihuahua en un horno caliente porque no dejaba de ladrar. El incidente ocurrió tras una discusión familiar, durante la cual Williamson amenazó con matar al perro si continuaba haciendo ruido.
Según el sargento Darrell McMann, Williamson cumplió su amenaza al colocar al cachorro en el horno y bloquear la puerta con una silla. Los gritos de dolor del animal alertaron a los vecinos, quienes llamaron a la policía. Al llegar, los oficiales encontraron los restos calcinados del perro en la entrada de la vivienda.
Williamson fue arrestado y se le impuso una fianza de 15 mil dólares. Si es liberado, se le prohibirá tener cualquier tipo de animal. Aunque enfrenta un delito grave de clase C, la legislación de Alabama podría permitir que evite una sentencia significativa de prisión, dependiendo de su historial criminal y la decisión del juez.
El caso ha generado indignación en redes sociales y ha reavivado el debate sobre la necesidad de leyes más estrictas contra el maltrato animal.
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