La Comisión Nacional del Agua deberá determinar si se abren las compuertas de la presa El Cuchillo, en Nuevo León, para enviar líquido a la presa Marte R. Gómez, en Tamaulipas.
Debido a que venció ya el plazo para que se realice el trasvase anual de agua entre ambos estados, de acuerdo a un convenio firmado en 1996 entre ambas entidades y el Gobierno federal.
El acuerdo establece que el envío de agua debe decidirse a finales de cada mes de octubre, pero hasta el cierre de esta edición Conagua no se había pronunciado públicamente al respecto.
Juan Ignacio Barragán, director de Agua y Drenaje, se opuso al trasvase argumentando que la crisis hídrica en Nuevo León continúa vigente, y abrir las compuertas de El Cuchillo pondría en peligro el abastecimiento de agua potable para el área metropolitana de Monterrey en el 2023.
“Nuestra postura es que, dada la situación que se tiene en Cerro Prieto (una de las principales fuentes de abasto de la urbe) y la crisis que venimos de pasar, lo conveniente sería que no hubiera trasvase”, argumentó el funcionario estatal.
El gobernador Samuel García señaló hace tres semanas que la declaratoria de emergencia emitida por la Presidencia de la República el pasado 29 de julio debido a la citada crisis hídrica establece que debe darse prioridad al consumo humano, y el líquido que recibe cada año Tamaulipas lo utiliza para riego, por lo cual consideró que este decreto tiene más peso que el convenio de 1996.
El pasado 11 de octubre, el director general del Organismo de Cuenca Río Bravo de la Conagua, Luis Carlos Alatorre, dijo que una opción sería que Nuevo León, en lugar de agua, le diera una indemnización económica a los agricultores tamaulipecos.