En un desolador espectáculo futbolístico, la esperanza de éxito y el sueño de campeonato de la Selección Mexicana Sub-17 se desvanecieron por completo ante un contundente equipo de Malí. Dirigidos por Raúl Chabrand, el combinado tricolor desapareció en la cancha, permitiendo que Malí desatara una fiesta de goles que culminó en un abrumador marcador de 5-0 en los octavos de final del Mundial Sub-17.
El desastre para México se gestó temprano, con Mahmoud Barry liderando la ofensiva africana al abrir el marcador al minuto nueve y celebrar un doblete al minuto 13. En apenas quince minutos, Malí ya había anotado tres goles, dejando a los pocos aficionados mexicanos atónitos.
El Tricolor, que partió hacia Singapur con promesas de éxito, regresa derrotado, sumándose a una serie de fracasos recientes en el panorama internacional. Fuera de la fase de grupos en Qatar 2022, ausente en los Juegos Olímpicos de París 2024, al borde de la eliminación en la Copa América y ahora, de manera vergonzosa, eliminado en el Mundial Sub-17.
Mahmoud Barry fue la pesadilla mexicana, anotando el tercer gol al minuto 15 y sumando más antes del descanso, con Ibrahim Diarra marcando desde el punto penal. En el segundo tiempo, Malí continuó su dominio, marcando el quinto gol con el festejo de Ange Tia, mientras la Selección Mexicana apenas lograba dos tiros al arco.
En una estadística desoladora, el equipo de Raúl Chabrand no solo quedó eliminado, sino que también mostró una falta de respuesta y carácter ante la adversidad. El público mexicano, ya desconcertado por los tropiezos anteriores, ve cómo la crisis del fútbol en el país alcanza niveles preocupantes.