En una vertiginosa transformación, el huracán Otis ha sacudido las costas mexicanas, pasando de ser una inofensiva tormenta tropical a un monstruoso huracán de categoría 5 en menos de 24 horas. A medida que este fenómeno climático avanza, Acapulco y sus regiones circundantes se han convertido en un campo de batalla donde vientos furiosos y lluvias torrenciales desatan una devastación que amenaza la vida y la propiedad.
Este huracán, que ha venido a desafiar los registros históricos en el Pacífico mexicano, ha dejado una estela de caos, con relatos impactantes de edificios inundados, cristales destrozados y objetos lanzados por los aires. Mientras la ciudad de Acapulco, con una población de aproximadamente 800,000 habitantes, se enfrenta a la ira de Otis, todavía no se han reportado víctimas fatales en su paso.
Las zonas en mayor riesgo ante la furia de este ciclón, además de Acapulco, son Coyuca de Benítez y San Marcos, según el Servicio Meteorológico de México, cuyos pronósticos predicen lluvias extremas con acumulaciones de más de 250 litros por metro cuadrado en Guerrero, así como lluvias intensas de 75 a 150 litros en Oaxaca. También se espera que las regiones de Estado de México, Michoacán, Morelos, Puebla y Tlaxcala enfrenten un aumento en la probabilidad de chubascos y lluvias fuertes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha llamado a la población a tomar medidas precautorias, activando el Plan DN-III-E y el Plan Marina en colaboración con el gobierno estatal. Ha instado a la ciudadanía a trasladarse a refugios seguros, alejados de ríos y barrancas, y mantenerse alerta.
La protección civil de México también ha emitido un llamado urgente para reforzar las precauciones durante el paso de huracanes y eventos naturales similares, ante la rápida degradación de Otis a categoría 4 en la escala Saffir-Simpson.
El huracán Otis, en su última ubicación conocida a 40 kilómetros al nor-noroeste de Acapulco, presenta vientos máximos sostenidos de 215 kilómetros por hora y rachas de hasta 260 kilómetros por hora, mientras se desplaza hacia el nor-noroeste a una velocidad de 17 kilómetros por hora.
Las autoridades han señalado la posibilidad de oleaje entre 8 a 10 metros en las costas de Guerrero y el occidente de Oaxaca, junto con condiciones propicias para la formación de trombas marinas frente a las costas de Guerrero.
El Servicio Meteorológico Nacional, en coordinación con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, ha establecido una zona de prevención por efectos de huracán desde Punta Maldonado hasta el oeste de Zihuatanejo, Guerrero. Se advierte que las precipitaciones podrían generar deslaves, desbordamientos de ríos, inundaciones y deslizamientos de tierra en las áreas afectadas.
Un llamado urgente también se ha hecho a los turistas y a la navegación marítima en la región para que extremen precauciones debido a los vientos intensos y el oleaje elevado. La población es exhortada a seguir atentamente los avisos del Servicio Meteorológico Nacional y acatar las recomendaciones de las autoridades.