La miniserie Incontrolables (Wayward) llega con fuerza a Netflix como una apuesta intrigante y audaz. Consta de ocho episododios y es una coproducción entre Canadá y Estados Unidos bajo el sello de Netflix, Objective Fiction y Sphère Média. La historia se desarrolla en el aparentemente tranquilo pueblo ficticio de Tall Pines, Vermont, donde los secretos se esconden tras fachadas pulcras.
Cuando el policía Alex Dempsey se traslada allí junto con su esposa embarazada, descubre que dos chicas que escaparon de una academia para adolescentes con problemas podrían tener las claves de una oscuridad latente en el pueblo. En Tall Pines “parece que todos ocultan algo”, y conforme avanza la trama, esos secretos salen a la luz.
Desde su lanzamiento, Incontrolables ha encabezado las listas de series más vistas en Netflix, consolidándose como un thriller que atrapa por su atmósfera inquietante y su narrativa con giros constantes. La construcción del misterio va acompañada de personajes complejos y relaciones tensas: la academia, los habitantes del pueblo y los propios protagonistas tejen una red en la que nadie está libre de cuestionamientos.
La serie apuesta por explorar cómo la confianza puede transformarse en amenaza y cómo lo cotidiano puede volverse perturbador. Con su éxito inmediato, Incontrolables confirma que el público sigue demandando tramas oscuras, emocionalmente cargadas y que desafíen lo evidente.