La amenaza latente de la tormenta tropical Hilary cierne sombras de preocupación sobre el condado de San Diego. El vórtice climático, que ya azota las costas mexicanas, se perfila para alcanzar territorio californiano en el transcurso de este fin de semana, desatando una coreografía de vientos ferozmente veloces y lluvias potencialmente destructivas. Así lo confirmó el Servicio Meteorológico Nacional en su comunicado emitido el miércoles.
Hilary, cuya intensificación hacia la categoría de huracán está proyectada para el jueves, proyecta una danza de vientos locales de hasta 70 millas por hora, mientras que se rumorea que podría instigar una danza tormentosa en las aguas de la bahía de San Diego, detallaron los expertos meteorólogos.
Los cálculos algorítmicos sugieren que Hilary podría dar sus primeros pasos de vendaval y aguacero el sábado, posando su inminente contacto con tierra en el día dominical. Un escenario agravado por la coincidencia de múltiples eventos al aire libre, programados para el mismo fin de semana en el condado de San Diego.
“Es imperativo entender que las variables de los modelos pueden mutar significativamente en las próximas jornadas, lo cual implica un potencial cambio en la trayectoria proyectada”, aseveró John Suk, el principal meteorólogo al frente de la oficina meteorológica en Rancho Bernardo. “Sin embargo, este escenario no debe descartarse”.
La revelación de este sombrío pronóstico ocurrió durante una conferencia virtual de meteorólogos con autoridades de emergencia y representantes mediáticos, el miércoles por la tarde.
La estimación, construida en base a datos suministrados por el Centro Nacional de Huracanes, retrata a Hilary avanzando por la costa de Baja California. Tal inminente amenaza ha llevado al Servicio Meteorológico a contemplar la posibilidad de emitir una inusual alerta de tormenta tropical para San Diego, incluso desde el jueves, un paso sin precedentes en su historial.
Semejante fenómeno climático es en extremo inhabitual para la región de San Diego.
Solo una ocasión previa, allá en el 2 de octubre de 1858, la ciudad fue directamente asaltada por un huracán que desencadenó vientos superiores a las 70 millas por hora. El 25 de septiembre de 1939, también sufrió un ataque directo de una tormenta tropical.
Ambos eventos meteorológicos nacieron a lo largo de la costa occidental mexicana, bajo la sombra de Baja California, donde las aguas cobran la temperatura suficiente para engendrar tal violencia. Estos sistemas climáticos rara vez emigran lejos de la península de Baja California, donde las aguas más frías yacen, en parte debido a la corriente gélida de California.
La historia reciente también registra la inusual resistencia de la tormenta tropical Kay en el pasado mes de septiembre, llegando a suscitar vientos de hasta 150 millas por hora en San Diego, antes de desviarse hacia occidente. El sistema provocó vendavales y aguaceros sobre el área metropolitana de San Diego.
Hilary se manifestó súbitamente a comienzos de la semana, y se espera que su avance hacia Baja California sea sumamente veloz, alimentando las posibilidades de transformarse en un huracán de categoría 3, cuyas ráfagas podrían alcanzar de 111 a 129 millas por hora.
Según los modelos de este miércoles, se avecinan fuertes vientos que soplarán del desierto hacia el mar el sábado en el condado de San Diego, intensificando el riesgo de incendios forestales. A continuación, el sistema desencadenará precipitaciones particularmente intensas en las zonas montañosas y desérticas.
Para ese momento, es plausible que Hilary haya disminuido su ferocidad para transformarse en una tormenta tropical. No obstante, el servicio meteorológico advierte que aún podría tener la capacidad de descargar más de 1 pulgada de lluvia en la costa y entre 3 a 4 pulgadas en los territorios montañosos y desérticos, para cuando llegue el lunes.
Alex Tardy, un representante del servicio meteorológico, dejó entrever un pronóstico sobrecogedor al afirmar que “el alcance de la tormenta se extiende desde las islas del Canal hasta prácticamente Yuma, Arizona, en el interior”.
Hilary, asimismo, podría culminar generando oleajes de 4 a 8 pies en distintas zonas del condado de San Diego, y provocar rompientes que alcanzarían alturas de 10 a 15 pies en ciertas áreas del condado de Orange, según las estimaciones de los meteorólogos.
Este fenómeno climático amenaza con entrelazarse con un fin de semana repleto de actividades en el condado de San Diego: los Padres recibirán a los Diamondbacks de Arizona en Petco Park, mientras que conciertos se alinearán en el Rady Shell a lo largo del viernes, sábado y domingo en la bahía de San Diego.