El Grupo Peak, envuelto en controversia tras declarar su quiebra, es comparado con esquemas piramidales, dejando a inversionistas desamparados. Los afectados, quienes confiaron sus capitales, revelan haber vendido propiedades para unirse a la empresa, sin recibir claridad sobre sus inversiones.
“Grupo Peak era más una ‘tanda’ que una sociedad de inversión variable”, señala Arturo Leal, experto financiero, destacando la falta de transparencia en sus operaciones. Los altos rendimientos prometidos atraían a inversionistas, sin revelar la realidad de sus inversiones.
El esquema de Peak, similar a una tanda o ‘flor de la abundancia’, reclutaba inversionistas a través de redes familiares y amistades, incluso llegando a vender propiedades para invertir. La presentación inicial, profesional y prometedora, contrasta con la situación actual de los afectados.
El abogado de la empresa, Roberto Ríos, se niega a revelar el paradero de los dueños, generando más incertidumbre entre los afectados. Su actitud durante la reunión de quiebra fue cuestionada, mostrándose aparentemente despreocupado e incluso sonriente ante la pérdida de las inversiones de los socios.
Las víctimas, esperando respuestas y buscando soluciones legales, enfrentan la realidad de haber confiado en un esquema que prometía mucho y entregaba poco. La búsqueda de justicia y claridad continúa mientras el Grupo Peak se desvanece en el horizonte financiero.
#GrupoPeak #EsquemaPiramidal #InversionistasAfectados