El MetLife Stadium fue testigo de una serie de desafíos para los equipos de la NFL en Nueva York durante el pasado fin de semana. Los New York Giants sufrieron una dura derrota por 40-0 ante los Dallas Cowboys en el Sunday Night Football, seguida de un enfrentamiento entre los Buffalo Bills y los New York Jets.
Los tres quarterbacks de Nueva York, Aaron Rodgers, Josh Allen y Daniel Jones, vivieron una semana adversa que se convirtió en un episodio sin precedentes en la historia de la NFL en la ciudad.
El veterano Rodgers, de 39 años, sufrió una lesión en las primeras cuatro jugadas de su debut con los Jets en el Monday Night Football. Por otro lado, Allen lanzó cuatro intercepciones en ese mismo partido, y Jones no logró anotar puntos para su equipo. Los Cowboys extendieron su racha de victorias sobre los Giants a nueve consecutivas.
Jones, de 26 años, enfrentó dos intercepciones y fue responsable de varios de los cinco balones sueltos del equipo. Los Giants solo lograron producir 218 yardas ofensivas en todo el partido.
La derrota por 40-0 marcó la mayor victoria de los Cowboys en un partido inaugural desde 1994 y provocó abucheos por parte de los aficionados de los Giants en el MetLife Stadium.
El debut de Rodgers en el campo del MetLife Stadium, aunque recibió una ovación, se vio empañado por su lesión en el tendón de Aquiles izquierdo. Sin embargo, el desempeño del quarterback no estuvo relacionado con la lesión y los Jets tenían grandes expectativas para la temporada de playoffs.
A pesar de los incidentes, el Monday Night Football se convirtió en un emocionante enfrentamiento. Zach Wilson asumió el control de la ofensiva en lugar de Rodgers y finalmente conectó un pase de touchdown a Garrett Wilson para tomar la ventaja.
Los Bills lograron forzar la prórroga con un gol de campo al final del tiempo reglamentario, empatando el marcador en 16-16. Sin embargo, Allen no pudo avanzar en el tiempo extra, y los Jets aseguraron la victoria en el regreso de la patada.
Este evento marcó la primera vez desde la década de 1980 que la NFL organizó partidos consecutivos en horario estelar en un mismo estadio, y a pesar de un inicio difícil, terminó con un emocionante final liderado por Xavier Gipson.