La calidad del agua del río Sena, donde se celebrarán las competencias de natación de los Juegos Olímpicos de París 2024, ha generado preocupación. Los recientes análisis muestran que los niveles de contaminación son altos, lo cual pone en riesgo la salud de los atletas. Los organizadores han prometido mejoras, pero el tiempo apremia.
Según los informes, “los niveles de bacterias en algunas áreas exceden los límites permitidos”. Esta situación ha desatado críticas y exigencias de soluciones inmediatas. El desafío no es menor, ya que la limpieza del Sena ha sido una tarea histórica y compleja. El compromiso de las autoridades francesas es vital para garantizar un evento seguro. La atención está puesta en las próximas semanas, donde se espera ver avances significativos en la calidad del agua.
La situación actual podría afectar la imagen de París como anfitrión de los Juegos Olímpicos. La comunidad internacional observa con atención las acciones que se tomarán para resolver este problema.