La rivalidad en innovación entre los líderes tecnológicos Elon Musk y Mark Zuckerberg ha extendido su campo de batalla al terreno de la neurotecnología. Aquí, avances recientes han hecho posible controlar dispositivos inteligentes mediante comandos mentales, sin necesidad de intervención física.
Neuralink, empresa propiedad de Musk, ha logrado un hito al realizar con éxito el primer implante de un chip cerebral en humanos. Este procedimiento, realizado en Noland Arbaugh, de 29 años y con problemas de movilidad, le permite controlar un ordenador y jugar ajedrez únicamente con sus pensamientos.
Por su parte, Zuckerberg, dueño de Meta, también ha revelado avances en su propia tecnología de interfaz cerebro-computadora (ICC). Presentó un dispositivo no invasivo llamado ICC vestible, una pulsera capaz de interpretar ondas cerebrales para facilitar la interacción en el Metaverso, sin necesidad de controles físicos.
Estos avances señalan un acercamiento a la Web 4.0, caracterizada por una interacción más sofisticada entre humanos y máquinas, representando la próxima generación de internet.
Las ICC desarrolladas por Musk y Zuckerberg prometen revolucionar sectores como la formación profesional y el tratamiento de enfermedades neuronales. Neuralink se centra en implantes para restaurar funciones cerebrales dañadas, mientras que Meta explora sistemas no invasivos para “escribir” y “escuchar” mediante el pensamiento y la piel, respectivamente.
Estos avances podrían acercarnos a una internet más integrada y sensorial, reforzando la visión de la Web 4.0. Sin embargo, también plantean preocupaciones éticas y de privacidad, especialmente en la recopilación de datos cerebrales (Neural Data), subrayando la necesidad de una regulación cuidadosa y un diálogo continuo entre desarrolladores tecnológicos, reguladores y la comunidad en general.
Empresas de diversas industrias ya están explorando el potencial del Metaverso, invirtiendo en esta tecnología emergente para crear nuevas experiencias de usuario.