El fenómeno meteorológico conocido como La Niña, correspondiente a la fase negativa del ENSO, ya se ha establecido en México tras el enfriamiento acelerado de las aguas del Pacífico ecuatorial. Este cambio impactará el clima nacional durante los próximos meses.
De acuerdo con el Centro de Predicciones Climáticas, este fenómeno fue oficialmente declarado a principios de enero, con temperaturas anómalas entre -1.1 °C y -0.7 °C. En diciembre, las anomalías alcanzaron los -1.5 °C, clasificándose como una Niña fuerte.
La Niña tiene más del 90 % de probabilidad de mantenerse activa en febrero, y alrededor del 80 % en marzo, disminuyendo gradualmente hasta finales de primavera. Se espera que pase a una fase neutra durante el verano.
Sus efectos incluyen inviernos con temperaturas extremas, más heladas y nevadas, así como una primavera con menor intensidad de calor debido al aumento de frentes fríos. Sin embargo, las lluvias serán menos frecuentes por el desplazamiento de la Corriente en Chorro. Febrero podría experimentar eventos de frío ártico y, en algunas zonas, nevadas.
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