Maggie Gyllenhaal continúa consolidando su faceta como directora con su segunda película, una ambiciosa reinterpretación del mito de Frankenstein ambientada en el Chicago de los años treinta. La historia se centra en el monstruo de Frankenstein, quien busca desesperadamente no estar solo y recurre al doctor Euphronius para crearle una compañera. El científico aprovecha el asesinato de una mujer para utilizar su cuerpo y dar vida a la figura conocida como la Novia, detonando una narrativa marcada por el romance, el rechazo y la transformación social.
La relación entre el monstruo y la Novia no solo despierta un vínculo emocional inesperado, sino que también llama la atención de las autoridades, provocando una reacción en cadena que impacta de forma radical a la sociedad que los rodea. La película promete explorar temas como la marginación, el miedo a lo desconocido y el deseo de pertenencia, bajo una estética oscura y una narrativa cargada de simbolismo.
El reparto está encabezado por Christian Bale y Jessie Buckley, acompañados por un elenco de alto nivel que incluye a Peter Sarsgaard, Penélope Cruz, Annette Bening y Jake Gyllenhaal. Con esta producción, Gyllenhaal apuesta por un enfoque autoral que reimagina un clásico del cine desde una perspectiva contemporánea y emocionalmente compleja.







