A fin de proteger la salud de los habitantes del Estado, la Secretaría de Salud puso en marcha un plan para la prevención y control del dengue.
La estrategia inicia con la vigilancia epidemiológica para la búsqueda de casos de dengue, la identificación de zonas vulnerables donde se pueden dar los contagios o almacenamiento de agua, y el control del vector para evitar la reproducción del zancudo.
Personal de la dependencia estatal visitará diariamente los hogares para informar a la comunidad sobre el correcto almacenamiento del agua, repartir antilarvicidas para evitar la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue, zika y chkungunya.
También se llevan a cabo acciones de fumigación tanto al interior como al exterior de las viviendas.
Debido a la crisis de agua que atraviesa el estado, las autoridades sanitarias pidieron a los ciudadanos que, si por los cortes de agua prevén a almacenar agua en tambos y otros depósitos a la intemperie, estos deben estar tapados para evitar que se anide el mosquito.
Entre las recomendaciones que se dan a la comunidad destaca el mantener bien tapados los depósitos donde se almacene agua para evitar que se conviertan en criaderos de mosquitos.
Para los tinacos con capacidad mayor se reparte entre la comunidad sobres de spinosad, sustancia que evita se generen larvas.
En el programa de prevención del dengue participan 375 personas, se cuenta 47 camionetas fumigadoras y 129 equipos de fumigación intradomiciliaria entre aspersores manuales, motomochilas, termonebulizadoras y aspersores manuales.