Lenovo ha presentado su última apuesta en el mundo de las consolas portátiles, la Lenovo Legion Go, durante la IFA. Aunque ofrece un rendimiento impresionante y muchas características atractivas, la etiqueta “portátil” parece no ajustarse del todo a esta máquina.
La Lenovo Legion Go se destaca por su tamaño y peso considerables, casi un kilo y dimensiones notables, lo que la hace más grande que una consola portátil típica. Sus mandos de control son desmontables, un detalle inspirado en consolas como la Nintendo Switch, lo que mejora su ergonomía.
La construcción general es de alta calidad, pero hay preocupaciones sobre la solidez de la guía de los mandos y el sistema de liberación. La parte trasera y superior de la consola sirve para disipar el calor y ofrece una lengüeta desplegable para mantenerla erguida.
La pantalla de 8,8 pulgadas con resolución QHD+ y una tasa de refresco de 144 Hz es impresionante en términos de calidad visual, pero su brillo máximo de 500 nits puede ser insuficiente para su uso en exteriores.
En cuanto al rendimiento, la Lenovo Legion Go viene en dos versiones de procesador, con la variante Ryzen Z1 Extreme siendo la más potente. Ofrece una experiencia de juego de alto nivel, es compatible con varias tiendas y lanzadores de juegos, incluido Steam, y también permite la emulación.
La autonomía es el punto débil, con una duración de alrededor de dos horas a pleno rendimiento. La consola incluye una función de carga inteligente y varios modos de ahorro de energía.
A pesar de sus impresionantes características, el precio inicial de la Lenovo Legion Go, de 799 euros (15,000 pesos mexicanos al cambio), es alto en comparación con la Steam Deck de Valve. Además, la comunidad de Steam ya ha establecido una fuerte base de usuarios y software para la Steam Deck, lo que podría dificultar la competencia de Lenovo en este mercado.