Como parte de la última voluntad del dueño de un auto lavado, un helicóptero lanzó miles de dólares en efectivo.
Darrell Thomas, dejó estipulado el acto en su testamento como un gesto para regresar un poco de lo que recibió de su comunidad.
La familia de Thomas —especialmente su hijo, conocido como “Smoke”— organizó la lluvia de efectivo para cumplir el último deseo de su padre, acompañado con una celebración comunitaria con autos clásicos y música frente al lavadero que dirigía.
El tráfico se detuvo durante aproximadamente 30 minutos mientras la gente recogía los billetes.
El evento fue descrito como “hermoso” y pacífico, sin violencia ni altercados.