En una actuación magistral, Luis Ángel Malagón se erige como héroe en la victoria de México sobre Honduras. El arquero no solo evitó un gol que amenazaba las aspiraciones del Tricolor hacia la Copa América 2024, sino que también brilló en la tanda de penales, afianzando la remontada. Sin embargo, su eufórica celebración se ve matizada por una autocrítica contundente.
“Ha sido una gran noche, yo creo que resaltar el esfuerzo de todos mis compañeros, empatamos en el último minuto y esto demuestra que nunca se perdió la fe”, expresó Malagón en para el medio TUDN, destacando la resiliencia del equipo. Aunque reconoce el logro, el arquero señala que queda mucho por mejorar, enfatizando la importancia de seguir trabajando de cara a los desafíos venideros.
Malagón, quien define su actuación como un acto de resiliencia tras un error previo contra Camerún, subraya la intensidad de su labor. “Siempre he dicho que es mi trabajo y cuando me requieran ahí voy a estar”, asegura, recordando un difícil momento que le hizo tocar fondo y le exigió un esfuerzo extra para recuperarse.
Al abordar su decisión de retirarse al vestuario justo antes de la tanda de penales, Malagón despeja cualquier especulación sobre tácticas. Explica que la necesidad de cambiarse el uniforme debido al frío extremo fue la única motivación detrás de su breve ausencia. “Estoy muriendo de frío desde el minuto 90 o 92, ya no aguantaba el frío y tuve que ir al vestidor a cambiarme la playera. Fue más que nada por eso y pues bueno gracias a Dios salen las cosas bien”, concluye el arquero, sellando una noche inolvidable para el fútbol mexicano.