El exalcalde de Saltillo, Coahuila y descendiente de políticos de antaño, Manolo Jiménez Salinas, recibió fondos públicos para atender la crisis económica causada por la pandemia en 2020 cuando era edil. Pero en vez de repartirlos a los sectores con mayor necesidad, los “entregó” a compadres y empresas de compadres que ni siquiera justificaron una situación de riesgo de crisis económica.
Por medio del programa “Echados Pa’ Delante”, el priista que es ahora Secretario de Inclusión y Desarrollo Social del gobierno estatal de Miguel Ángel Riquelme, dispuso -en sus propias palabras- de 150 millones de pesos para salvar a su ciudad de la crisis económica causada por la pandemia.
Una de las más reveladoras evidencias de que este dinero fue desviado es la falta de resultados. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI en el tercer trimestre de 2020, a meses de “entregar” estos apoyos, Saltillo ocupaba el segundo lugar con mayor tasa de desocupación en el país, con un 8.1 por ciento y poco más de 35 mil 096 personas sin empleo.
El director de Desarrollo Económico municipal Blas Flores González, también tuvo malas noticias para Saltillo: dejaron de operar definitivamente cuatro hoteles, diez comercios del centro y 21 restaurantes.
Hasta Eder Alejandro López González, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), informó que entre las empresas que integra su cámara (las cuales fueron todas beneficiadas), ese año se perdieron 500 empleos y cerraron 15 restaurantes.
Al mismo tiempo, la población en general enfrentaba la ola más mortal de la pandemia y hacían llamados desesperados para conseguir oxígeno, medicamentos y apoyos funerarios que nunca llegaron.
Pero ni el sufrimiento ni la necesidad de la gente impidió el desvío masivo de recursos.
El programa “Echados pa’Delante” estaba dividido en cinco subprogramas: Jalando Juntos, Estamos Contigo, Becas Todos por la Educación, Aquí Hay Chamba y Créditos pa’Delante.
A “Jalando Juntos” se le destinaron 42 millones, por ejemplo, de los cuales sólo se dejó rastro de la erogación de 9 millones 440 mil pesos. Y a pesar de que Jiménez aseguró apoyar a 8 mil personas, los expedientes sólo muestran a 3 mil 492 beneficiados y dos recibos de pagos de 2 mil pesos cada uno.
La página web de Saltillo ni siquiera publicó la convocatoria para el registro de beneficiados, el dinero se dividió entre quienes tuvieron la suerte de, por amistad o cercanía, enterarse que el alcalde estaba “regalando” el dinero público.
Inclusive de lo que sí hay facturas y papelerías, no existen justificaciones o estudios para haber seleccionado a las empresas suertudas que recibieron los “apoyos”.
Los receptores de los millones fueron en su mayoría empresas de la Canirac que después del programa otra vez se beneficiaron con jugosos contratos y asignaciones directas de parte del gobierno de Manolo Jiménez.
Los beneficiados más importantes fueron los controvertidos dueños de Super Salads, El Costeñito y el Cafezzito, negocios ligados fuertemente a priistas como el gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina, Mario Mata Quintero, Alberto Glyndwr Salinas, Alberto Jesús Martínez García, Víctor Septién Valenzuela, José Alfredo Valero Martínez y Juan Carlos Saade.
Estos restaurantes, aparte de haber recibido la mayor cantidad de apoyos de este programa en el que Manolo Jiménez regalaba dinero ajeno, fueron beneficiados con una excepción que los mantuvo abiertos y trabajando mientras que el resto de los restaurantes fueron clausurados durante el inicio de la pandemia.
El otras palabras, recibieron dinero para una crisis que a ellos no les restó sino les benefició al convertirse en los únicos restaurantes que daban servicio en ese momento de la pandemia.
Otro de los beneficiados de este programa, Raúl Rodríguez Cortés, dueño de Eventos Rodríguez S. A de C. V, obtuvo en octubre de 2020 dos contratos con el municipio de Saltillo: uno por 417 mil 702 pesos por la renta de mobiliario y otro por alquiler de toldos por 129 mil 920 pesos.
También el beneficiado Gabriel de las Fuentes Martínez, dueño de Más Queso Food Service, recibió del DIF saltillense asignaciones directas por 384 mil 690 pesos.
Otro receptor más del apoyo fue Armando García Garza, del Grupo ICC (Infraestructuras y Construcciones Coahuilenses) que ganó el contrato para la primera etapa de remodelación de la Delegación de Policía Preventiva por un millón 824 mil 920 pesos.
También Proveedora de Oficinas Saltillo, que obtuvo seis contratos por invitación del DIF municipal por más de 200 mil pesos fue beneficiado con el programa.
Así como la empresa Aldavis Comercializadora y Servicios S.A. de C.V., la cual obtuvo un contrato a través del Implan que consistía en la adquisición de insumos de limpieza por hasta 43 mil 700 pesos y obtuvo dos contratos por 2.5 millones de pesos con el Instituto Electoral de Coahuila.
El ayuntamiento de Saltillo no respondió claramente a solicitudes de información.