La agencia espacial estadounidense NASA tiene como objetivo llevar a la humanidad a pisar la superficie de Marte en 2039, lo que marcaría un hito monumental en la exploración espacial. Esta previsión se basa en el uso de la Luna como una “plataforma de pruebas” para desarrollar la tecnología necesaria y realizar investigaciones que permitan a los seres humanos sobrevivir en el planeta rojo.
Según el ingeniero de la NASA, Carlos García-Galán, el regreso a la Luna es un paso crucial para desplegar la tecnología y la logística requeridas para ampliar la exploración del espacio, y el programa Artemis de la NASA está diseñado con ese propósito. Este programa consta de varias fases, incluyendo el lanzamiento de una primera nave no tripulada en 2022 y la planificación para llevar astronautas al satélite natural de la Tierra en 2026.
El trabajo en sistemas para Marte comenzará a fines de la década de 2030, con la esperanza de que para entonces se hayan avanzado lo suficiente como para dar el siguiente paso hacia el planeta rojo. García-Galán destaca la importancia de la colaboración entre agencias gubernamentales y empresas privadas para acelerar este proceso, citando el ejemplo de los vuelos espaciales comerciales de empresas como SpaceX y Blue Origin.
Sin embargo, el viaje a Marte presenta desafíos únicos, ya que puede tomar de seis a nueve meses llegar al planeta rojo y las comunicaciones pueden tener un retraso de hasta 20 minutos. Esto requiere el desarrollo de nuevas tecnologías para garantizar la independencia y la seguridad de la tripulación.
La Luna se utilizará como una plataforma de pruebas para experimentar con la tecnología necesaria y estudiar cómo vivir y trabajar en el espacio. Se están llevando a cabo investigaciones sobre agricultura espacial, biología y los efectos de la radiación del espacio profundo en los seres vivos para garantizar la supervivencia de los astronautas en misiones de larga duración.
La misión a Marte en 2039 es un objetivo ambicioso que depende del trabajo colaborativo y la coordinación internacional, y aunque el horizonte puede variar, representa un paso importante en la exploración del espacio y en la búsqueda de respuestas a los misterios del universo.