Netflix, que había intentado posicionarse en la industria de los videojuegos, ha tropezado con su estrategia, anunciando el cierre de uno de sus estudios más importantes. El equipo conocido como Team Blue, que estaba liderado por veteranos de la industria como exdesarrolladores de “Halo”, “Overwatch” y “God of War”, ha sido desmantelado por la compañía.
Este cierre se suma a otros intentos fallidos de Netflix por adentrarse en el mundo gaming. Aunque la empresa había mostrado interés en producir juegos de alta calidad, como lo demostraba la contratación de estos veteranos, parece que no ha logrado cumplir sus expectativas. A pesar de haber lanzado algunos títulos para móviles y haber comprado pequeños estudios de desarrollo, la compañía aún no logra consolidar una posición fuerte en este sector.
Este movimiento refleja los desafíos que enfrentan grandes corporaciones al intentar incursionar en nuevas industrias sin la experiencia suficiente o con expectativas demasiado altas. Ahora, el futuro de Netflix en los videojuegos es incierto, dejando a los fanáticos preguntándose si intentarán una nueva estrategia o se retirarán del gaming por completo.