Un tribunal federal cerró el caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio, rechazando la petición de la Fiscalía General de la República (FGR) de reabrirlo. Esta decisión confirma que no hay elementos nuevos que justifiquen reabrir la investigación, la cual ha estado cerrada desde hace varios años.
La FGR había argumentado que se debía reexaminar el caso debido a nuevas evidencias y testimonios. Sin embargo, el tribunal concluyó que no existen pruebas suficientes para modificar el estatus actual del caso.
El tribunal señaló que las investigaciones previas, llevadas a cabo tanto por la Procuraduría General de la República como por otras autoridades, fueron exhaustivas y no dejaron cabos sueltos. Además, enfatizó que la estabilidad jurídica y la paz social requieren que los casos no se reabran sin justificación clara.
El asesinato de Colosio, ocurrido en 1994, ha sido objeto de numerosas teorías de conspiración y análisis, pero oficialmente, el único culpable es Mario Aburto Martínez, quien cumple una condena por el crimen. Las decisiones judiciales recientes refuerzan esta versión oficial, desestimando las propuestas de la FGR.
El fallo del tribunal representa un golpe significativo para la FGR, que ha estado bajo presión para reabrir el caso. Esta decisión podría también influir en cómo se manejan futuras solicitudes de reapertura de casos cerrados, estableciendo un precedente claro sobre los requisitos necesarios para justificar tales acciones.
“El tribunal actuó con base en la ley y en la evidencia disponible”, declaró un representante judicial. “Reabrir casos sin fundamentos sólidos solo genera incertidumbre y desconfianza en el sistema de justicia”.
La resolución del tribunal finaliza, por el momento, los esfuerzos por reabrir uno de los casos más emblemáticos y controvertidos de la historia reciente de México.