La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta ante el incremento global de la actividad gripal, destacando particularmente la circulación del virus de influenza A (H3N2), que se ha consolidado como el subtipo predominante en varios países del hemisferio norte con el inicio de la temporada de invierno. Aunque la actividad gripal típicamente se eleva en esta época, la OMS señala que la circulación más intensa y temprana de la variante H3N2 —incluido el subclado conocido como “K”— ha generado preocupación sanitaria en múltiples regiones desde finales de 2025.
La OMS explica que, si bien esta variante aparece en su temporada estacional, la presencia predominante y la expansión temprana sugieren una temporada con mayor presión sobre los sistemas de salud. Aunque no hay evidencia de que H3N2 cause una enfermedad más grave que otras cepas estacionales, el alto volumen de casos puede incrementar significativamente las hospitalizaciones y las consultas médicas, especialmente entre los grupos más vulnerables.
Recomendaciones de la OMS
Frente a este escenario, la OMS y otras autoridades sanitarias han solicitado reforzar las medidas de prevención y protección para limitar la transmisión del virus. Las recomendaciones clave incluyen:
- Vacunación anual contra la influenza: La OMS insiste en que esta sigue siendo la herramienta preventiva más eficaz, especialmente dirigida a personas de riesgo como adultos mayores, niños pequeños, embarazadas y aquellos con condiciones de salud preexistentes.
- Medidas de higiene y conducta individual: Se debe priorizar el lavado de manos frecuente, mantener espacios bien ventilados, utilizar mascarilla en entornos cerrados o al presentar síntomas respiratorios, y evitar lugares concurridos si se tienen signos de infección.
- Vigilancia epidemiológica: Se recomienda a los sistemas de salud reforzar la vigilancia y el reporte de casos gripales para monitorear la evolución del virus y adaptar las estrategias de respuesta.
Contexto y Presión Sanitaria
El incremento de la gripe H3N2 ocurre en paralelo con la circulación de otros virus respiratorios comunes de invierno, como el virus sincicial respiratorio (VRS) y otras cepas de influenza, lo que complica la carga asistencial en hospitales y clínicas de varios países. Esta situación ha llevado a algunas regiones a extender o sugerir medidas adicionales, como el uso obligatorio de mascarillas en centros de salud.
La recomendación principal de la OMS es clara: reforzar la prevención, aumentar la cobertura de vacunación y mantener la vigilancia activa para limitar los contagios, aliviar la presión sobre los sistemas de salud y proteger a las poblaciones más vulnerables durante esta temporada gripal con actividad elevada.
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