Según información de la ONU, las acciones violentas entre las pandillas, que gozan impunidad generalizada, que han ocurrido entre el 8 y 17 de julio, ha incluido a 3 mil personas que abandonaron sus hogares. Ulrika Richardson, coordinadora humanitaria de la ONU en Haití, hizo un llamado a los involucrados en los enfrentamientos para poner fin a la violencia y garantizar un corredor humanitario en la comuna de Cité Soleil, para permitir el acceso a asistencia humanitaria y médica a los habitantes necesitados.
La ONU también informó que el saldo de los enfrentamientos entre pandillas fueron 471 personas fallecidas, heridas o desaparecidas, incluyendo ataques sexuales a mujeres y niñas. Ulrika Richardson ha señalado que las necesidades dentro de la zona “están creciendo debido a la pobreza, la falta de servicios básicos, incluida la seguridad y el aumento reciente de la violencia”.
Así mismo, la ONU se comprometió a seguir brindándole ayuda a los niños, mujeres y hombres necesitados más necesitados, de acuerdo a los principios de humanidad: neutralidad, imparcialidad e independencia.
Desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise en el 2021, la situación política y económica de Haití se vio mucho más agravada. Se fue generando una crisis de seguridad y de ordenamiento político.