La desaparición de Jay Slater, un joven británico de 19 años, ocurrida en Tenerife el pasado 17 de junio, sigue siendo un enigma sin resolver. Con 21 días transcurridos desde su desaparición, la familia insiste en la necesidad de investigar a fondo a las dos personas que fueron vistas por última vez con él, en particular Ayub Qassim, quien fue condenado en el Reino Unido por liderar una banda de tráfico de drogas en Cardiff.
Warren Slater, padre de Jay, expresó su indignación por el curso de la investigación actual, afirmando que “todo apesta” y cuestionando por qué los individuos fueron permitidos regresar al Reino Unido después de ser interrogados por las autoridades españolas. La familia ha señalado desde el principio que estos hombres podrían tener información crucial para encontrar a Jay, y han instado a las autoridades a retomar los interrogatorios: “Uno no desaparece así como así”, enfatizó Warren Slater.
La secuencia de eventos que condujeron a la desaparición de Jay Slater comenzó el 16 de junio, cuando él y dos amigos asistieron al festival de tres días ‘New Rave Generation’ en Playa de las Américas. Durante la noche, se unió a dos hombres, inicialmente desconocidos, entre ellos Ayub Qassim, conocido también como ‘Johnny Vegas’. Según informes, Qassim afirmó conocer previamente a Jay Slater a través de amigos comunes y aseguró haberlo visto con vida por última vez cuando se despidieron.
El segundo individuo involucrado aún no ha sido identificado públicamente más allá de su declaración inicial a las autoridades. Esa misma madrugada, Jay Slater acompañó a estos hombres desde el festival hasta un Airbnb en Masca, una localidad en el noroeste de Tenerife. Durante el trayecto, Jay publicó en Snapchat que había robado un reloj Rolex valorado en 12,000 libras esterlinas y tenía la intención de venderlo, añadiendo más incertidumbre al caso.
Mark Williams-Thomas, exdetective involucrado en la búsqueda de Jay Slater, describió cómo Jay dejó la vivienda Airbnb en Masca, sintiéndose “asustado” y con un teléfono casi descargado, buscando información sobre los horarios del transporte público hacia Los Cristianos, donde se alojaba con sus amigos. Sin embargo, nunca llegó a su destino.
La última comunicación conocida de Jay Slater fue una llamada a su mejor amiga, Lucy Mae, alrededor de las 8:00 horas de la mañana siguiente, indicando que había perdido el autobús y planeaba caminar de regreso, a pesar de la larga distancia y la escasa batería de su teléfono. El móvil de Jay se apagó aproximadamente a las 8:50 horas, con su última ubicación conocida en el parque rural de Teno, una zona montañosa y de difícil acceso en el noroeste de la isla.
Desde ese momento, no se ha tenido ningún rastro de Jay Slater, y las autoridades españolas han suspendido temporalmente la búsqueda física, aunque la investigación sigue abierta. La familia, junto con detectives privados, ha continuado buscándolo en terreno, explorando áreas montañosas y barrancos donde se cree que Jay pudo haber estado.
Los esfuerzos de búsqueda se han visto frustrados por la falta de cooperación percibida por parte de las autoridades, según ha denunciado la familia, quienes han expresado su frustración por el manejo de la investigación: “No sé si están siguiendo cada pista. Me dan ganas de ir yo mismo y entrar en la comisaría”, manifestó Glen Duncan, tío de Jay Slater.
La incertidumbre y la angustia continúan para la familia Slater, quienes apelan a la comunidad internacional y a las autoridades para que intensifiquen los esfuerzos de búsqueda y proporcionen respuestas sobre el paradero de Jay Slater.
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