La primer gran historia del Mundial de Clubes tiene como protagonista al portero Connor Tracey.
Oriundo de Nueva Zelanda y arquero del Auckland City, Tracey y su equipo fueron goleados 10-0 por el Bayer Münich en su debut.
Pero lo que llamó la atención es que el portero tuvo que pedir vacaciones sin goce de sueldo en su trabajo como montacarguista en una empresa farmacéutica.
“Tengo que combinar vacaciones anuales y vacaciones sin sueldo. Sufriré un poco con el alquiler, las facturas y demás, pero jugar contra el Bayern, Benfica y Boca Juniors vale la oena”, dijo el portero.
Auckland City llegó a la justa como representante de Oceanía.